Por un correo que me llega en el que piden que ella fuera la verdadera
premio Nobel de la paz y no Al Gore, al que por cierto, por presentar su
bonito video en Sevilla le pagaron casi 600.000 euros, que seguro el
invertira en el bien del planeta.
Irena Sendler
Irena Sendler o Sendlerowa (Varsovia, 15 de febrero de 1910 - Ibídem, 12
de mayo de 2008), conocida como «El Ángel del Gueto de Varsovia», fue
una enfermera polaca que durante la Segunda Guerra Mundial ayudó y salvó
a más de dos mil quinientos niños judíos con riesgo de su vida. Fue
candidata al Premio Nobel de la Paz en 2007, aunque finalmente no
resultó elegida.
La madre de los niños del Holocausto
«La razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar,
en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada
debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad.»
Irena Sendler, quien salvó a 2.500 niños del Ghetto de Varsovia.
Cuando Alemania invadió el país en 1939, Irena era enfermera en el
Departamento de Bienestar Social de Varsovia el cual llevaba los
comedores comunitarios de la ciudad. Allí trabajó incansablemente para
aliviar el sufrimiento de miles de personas tanto judías como católicas.
Gracias a ella, estos comedores no sólo proporcionaban comida para
huérfanos, ancianos y pobres sino que además entregaban ropa, medicinas y
dinero.
En 1942 los nazis crearon un gueto en Varsovia, e Irena, horrorizada por
las condiciones en que se vivía allí, se unió al Consejo para la Ayuda
de Judíos, Zegota. Ella misma lo cuenta: "Conseguí, para mí y mi
compañera Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria, una
de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Más
tarde tuve éxito en conseguir pases para otras colaboradoras. Como los
alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una epidemia de
tifus, toleraban que los polacos controláramos el recinto.
Cuando Irena caminaba por las calles del gueto, llevaba un brazalete con
la estrella de David, como signo de solidaridad y para no llamar la
atención sobre sí misma. Pronto se puso en contacto con familias a las
que ofreció llevar a sus hijos fuera del gueto. Pero no les podía dar
garantías de éxito. Lo único seguro era que los niños morirían si
permanecían en él. Muchas madres y abuelas eran reticentes a entregar a
sus niños, algo absolutamente comprensible pero que resultó fatal para
ellos. Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las
familias para intentar hacerles cambiar de opinión, se encontraban con
que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos
de la muerte.
A lo largo de un año y medio, hasta la evacuación del gueto en el verano
de 1942, consiguió rescatar a más de 2.500 niños por distintos caminos:
comenzó a sacarlos en ambulancias como víctimas de tifus, pero pronto
se valió de todo tipo de subterfugios que sirvieran para esconderlos:
sacos, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de
mercancías, bolsas de patatas, ataúdes... en sus manos cualquier
elemento se transformaba en una vía de escape.
Irena quería que un día pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su
identidad, sus historias personales y sus familias. Entonces ideó un
archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas
identidades.
Los nazis supieron de sus actividades. El 20 de octubre de 1943, Irena
Sendler fue detenida por la Gestapo y llevada a la infame prisión de
Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró
una estampa de Jesús Misericordioso con la leyenda: “Jesús, en vos
confío”, que conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la
obsequió a Juan Pablo II.
Ella era la única que sabía los nombres y las direcciones de las
familias que albergaban a los niños judíos. Soportó la tortura y se negó
a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos.
Fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecución, un soldado
alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le
gritó en polaco "¡Corra!". Al día siguiente halló su nombre en la lista
de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener
la ejecución sobornando a los alemanes, e Irena continuó trabajando con
una identidad falsa.
En 1943, durante el Levantamiento de Varsovia, colocó sus listas en dos
frascos de vidrio y los enterró en el jardín de su vecina para
asegurarse de que llegarían a las manos indicadas si ella moría. Al
finalizar la guerra, Irena misma los desenterró y le entregó las notas
al doctor Adolfo Berman, el primer presidente del Comité de salvamento
de los judíos sobrevivientes. Lamentablemente la mayor parte de las
familias de los niños había muerto en los campos de concentración nazis.
En un principio los chicos que no tenían una familia adoptiva fueron
cuidados en diferentes orfanatos y poco a poco se los envió a Palestina.
Los niños sólo conocían a Irena por su nombre clave "Jolanta". Pero años
más tarde, cuando su foto salió en un periódico luego de ser premiada
por sus acciones humanitarias durante la guerra, un hombre la llamó por
teléfono y le dijo: "Recuerdo su cara, usted es quien me sacó del
Gueto." Y así comenzó a recibir muchas llamadas y reconocimientos.
En 1965 la organización Yad Vashem de Jerusalén le otorgó el título de
Justa entre las naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel.
En noviembre de 2003 el presidente de la República, Aleksander
Kwasniewski, le otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Orden
del Águila Blanca. Irena fue acompañada por sus familiares y por
Elzbieta Ficowska, una de las niñas salvadas, "la niña de la cuchara de
plata".
En el año 2007 el gobierno de Polonia la presentó como candidata para el
premio Nobel de la Paz. Esta iniciativa fue del Presidente Lech
Kaczynski y contó con el apoyo oficial del Estado de Israel —a través de
su primer ministro, Ehud Ólmert— y de la Organización de Supervivientes
del Holocausto residentes en Israel. Las autoridades de Oświęcim
(Auschwitz en alemán) expresaron su apoyo a esta candidatura, ya que
consideraron que Irena Sendler fue uno de los últimos héroes vivos de su
generación, y que demostró una fuerza, una convicción y un valor
extraordinarios frente a un mal de una naturaleza extraordinaria.
Finalmente el galardón fue concedido a Al Gore.
Falleció en Varsovia (Polonia), el 12 de mayo de 2008 a los 98 años de edad.
La vida de esta heroína ha sido llevada a la pequeña pantalla por la CBS
en The Courageous Heart of Irena Sendler, donde ha sido interpretada
por la ganadora de un Oscar Anna Paquin.
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